Texto: Carmen González | APS HOSTELERÍA
Mi padre solía decir que en la vida se necesitan tres cosas, un buen médico, un sacerdote perdonador y un contador inteligente. “Oscar Schindler”.
Me encantaría decirte que la frase es mía pero bueno, me conformo con decirte que me gusta la forma en que pensó Oscar Schindler y que me quedaría con dos de sus tres seguro, desde luego ahora más que nunca me parece imposible hacer funcionar una empresa sin una asesoría adecuada.
Si no lo hemos hecho hasta ahora deberíamos aprovechar este “otro“ parón, el desánimo de nuevo toma las riendas en este 2021 y tal vez sea hora de aceptar que ya nada volverá a ser como siempre, puede que te entristezca este sentimiento, ¿pero por qué pensar que puede ser peor?
Nos estamos llevando las manos a la cabeza y las deberíamos llevar a un ordenador, a un lápiz y un papel … ¿por qué no pensar cómo reactivar correctamente nuestro negocio hostelero?
La buena noticia es que, sí se puede, si sigues leyendo te contaré algunos tips para intentar conseguirlo, a mí desde luego me están funcionando. Es cierto que los toros se ven mejor desde la barrera, aprovechando que somos protagonistas de este peliculón para mirar las cosas desde otra dimensión (efecto maqueto) te ayudará a visualizar que hay muchas cosas que hacíamos mal.
Yo era la primera que me ponía a pensar en todo tipo de planes de acción, y créeme, esto es como empezar la casa por el tejado. Está genial pensar mil ideas que tal vez resulten luego factibles, ¿pero y si diagnosticamos primero por dónde está nuestra fuga? Porque haberlas, haylas, como las meigas.
Hay millones de herramientas que nos pueden ayudar a diagnosticar nuestro restaurante, pregúntate cómo puedes mejorar la cuenta de resultados, si estas fidelizando a tu cliente o bien si podría cambiar y mejorar su experiencia, si necesitas que el personal esté tantas horas o puedes crear un mapa de turnos para consolidar su salario.
Hace apenas unos días leí en un articulo en LinkedIn que un camarero aplaudía los cambios tras el Covid, pues aparentemente ahora empezaba hacer las horas estipuladas que marcaban su contrato, y me pregunto… ¿Nos hemos parado a ver el ratio de productividad que tiene nuestro personal? Y … ¿de verdad crees que no sería posible llegar a conciliar un salario emocional con tu equipo e incentivar de forma positiva esos objetivos?
Te contaré un secreto: Al principio, no es agradable ponerte a desgranar tu negocio y darte cuenta por donde se escapa la pasta, sientes rabia y frustración pero no te quedes ahí, y sigue rasgando esa herida para poder sanarla bien, analiza tus costes, escribe la función y tarea de cada uno de tus empleados, evalúa y haz auditorias internas, saca los ratios de tus ventas y mira por qué tienes productos estancados o que tal vez no están bien escandallados, crea un plan de venta sugerida, y habla mucho con el equipo. Es el momento de hablar no de ellos, sino con ellos. Cuéntales qué necesitas de cada uno y crea objetivos alcanzables para que se sientan involucrados.
Puede parecerte un sinfín de cosas, pero cuando sientes que empiezas a respirar de otra manera y ves las cosas más claras sabes que ese “ajuste de cuentas “no solo va de números y datos, también va de ti, de tu actitud, de tu motivación, de tu fuerza y tus ganas por sacar ese proyecto que te dio felicidad el día que empezaste a imaginarlo.
Y esto pasa, créeme. Pero, para y mira, para y reflexiona, para y ponte a trabajar en ello.
¡Es solo un Ajuste de Cuentas, no te montes más pelis en la cabeza!
by el EquipAPSo 🙂